LA CASA DEL COMPÁS DE ORO

 

La casa del compás de oro es de aquellas novelas que, tras leer con detenimiento, queda grabada en la mente y deja un poso incandescente difícil de extinguir. Su pulcra escritura alecciona hasta el más ávido lector al igual que ocurre con Libelo de sangre, que nos lleva de la mano a esa edad de oro cultural que significó el siglo XVII. Tales novelas están ganando el reconocimiento del público en general, y qué mejor merecimiento que hacerles otra notable reseña, que aunque no sea tan notable, sí sirve para engrandecer un poco más a lo que de por sí ya es grande. Estas dos novelas cabalgan juntas por la senda de la historia y nos retrotraen a esos tiempos difíciles, en los que sobrellevar la penuria significaba, en muchas ocasiones, estar bajo el yugo de la inquisición. Es casi imperativo leer estas dos obras porque en ellas están escritos todos los anhelos, venturas, desventuras, sentimientos y todo lo que conforma que el ser humano sea lo que es. 

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